Un por qué como inicio.

Así es, no se me ocurre mejor forma de desvirgar este blog con el por qué de su creación, hay muchas, pero la principal es el transmitiros todo tipo de sensaciones desde que empecé a ver las cosas de una manera diferente, más intensa, que sin duda ahora agradezco. Me gustaría escupir aquí todo tipo de reflexiones, experiencias, opiniones o todo tipo de motivos que me impulsen a expresarlo en estas páginas. Simplemente son y serán eso, consejos, los cuales, al igual que las lentejas, los tomas o los dejas.

Para bien o para mal, llegó un momento en que empecé a fijarme, pensar, darle muchas vueltas a las cosas, elementos, lugares, pensamientos, obetivos e infinidad de términos que nos arropan día a día con sus diminutos detalles que los componen. Es como una forma de exprimir cada momento, acción o idea hasta sus más profundas entrañas. Llegar al final del día con un un montón de vivencias, buenas y malas, claro está, reflexionar de todas ellas e intentar aprovecharlas para progresar, avanzar, e intentar mejorar en aquellos aspectos que consideremos importantes, de una forma totalmente subjetiva, cada ser, como diferente que es, dará su propia imortancia a unas u otras composturas.
A lo que quiero llegar es que no veáis el paso de los días como algo monótono o uniforme sino que cada día sepamos nutrirnos de diferentes aspectos, bien sea para medrar o para enmendar, que nos podrá permitir a su vez ser más felices o por qué no, orientarnos de una manera más óptima en la consecución de objetivos. Nunca es tarde para ver cada segundo con otros ojos, porque os aseguro que no hay dos días iguales de la misma manera que dos personas tampoco lo son. Depende de ti.