Siempre andamos buscando nuestros objetivos, por supuesto positivos para nosotros, sea cual sea, o al menos a través de los ojos del propio soñador. Esta lucha por lo que nosotros atribuimos que puede ser buena o positiva va unida de la lucha por alejarnos o evitar todo lo que tenga connotaciones negativas.
Y bien, cuando nos sucede algo negativo, esa sensación, esas rumiaciones, esas largas reflexiones sobre ello nos hunde durante más que menos tiempo..
Aunque, otras veces, al contrario, llega ese día que tras un trabajo duro, de meses e incluso años, lo conseguimos, esa meta que mucho tiempo atrás nos la empezamos a proponer. O mucho más sencillo, tras haber ayudado con los deberes a un amigo, tras recibir una felicitación/cumplido o por conseguir llegar puntual al bus. ¿Cuánto nos duran esas emociones positivas, ese disfrute de lo conseguido?, lo justo, tras lo conseguido, solemos borrarlo o darle 'carpetazo' y pasar a lo siguiente.
Creo que comparando el tiempo, la intensidad,las cogniciones de sucesos positivos y negativos, invertimos mucho más en los segundos. ¿Por qué?, por qué, si es mucho más difícil llegar a lo que buscamos, por qué si es mucho más sencillo caer, fallar, perder..
¿Cómo veis vosotr@s esa balanza?
Para acabar esta reflexión, creo que está bien darle importancia a los problemas, sus soluciones, pero no a costa de menospreciar y disminuir el disfrute de lo conseguido, de todo lo alcanzado tras un duro trabajo. Esto merece más importancia.
Está bien 'sufrir' y darlo todo, ser ambicioso, querer más pero.. ¿el fin último de nuestra existencia no es ser feliz?... la felicidad está ahí, en los pequeños o grandes logros de nuestro día a día, hazle caso y disfruta de ella, te lo has ganado.
"La felicidad, toda la vida buscándola.."
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