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Mirando al pasado.. como si nada.

Esto fue lo que pensé mientras me preguntaban esta semana en una entrevista sobre mi experiencia universitaria tras dos años metido de lleno en su completa rutina, entre otras.

Un escalofrío recorría mi cuerpo mientras pensaba sobre mi camino, y como paso a paso se formaliza una ruta despampanante, en todos los sentidos, y sino pensar en vuestro camino. En primer lugar, academicamente, cual esponja absorbiendo conocimientos, teniendo una vista más crítica y por su puesto, desde un punto de vista personal, transversal al primero, conociendo amigos de esos que sabes que ni el tiempo ni la distancia te va a separar de ellos, o conviviendo con compañeros de clase,o residencia, docentes, u otras personas que tienes la suerte de que se crucen en tu camino y sin ningún objetivo, te da lo mejor y a la vez, hace sacar lo mejor de ti.

Y paro que me pongo sentimental y no es el momento, pero os invito a mirar atrás, y verte a ti, es@ niñ@ que ya es 'mayor', es@ novat@ en la uni que ya está realizando el trabajo de fin de grado, o es@ enamorad@ que ya lleva cinco años con su futuro marido o mujer.. 

El tiempo se desvanece, sí, pero a la vez, además de los problemas que se van generando a su paso, se produce la paradoja de hacerte mejor, más experimentado en lo que sea, más sabio, en definitiva, más lleno, mental y sentimentalmente.

Está genial que te centres en el presente y pongas tus vistas al futuro, pero no te olvides del pasado.

El pasado es el trampolín, del cual nos damos cuenta en el presente.. 

Un último consejo, nunca dejes atrás el pasado, es tu diario de la vida, tu cuaderno de apuntes para afrontar con más recursos lo próximo..

Gracias.

Ignacio Mínguez

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