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Atención y concentración en el deporte, una introducción


El entorno deportivo no es el más apropiado para facilitar el trabajo a una habilidad psicológica tan importante como es la tención y a una gran aliada suya, la concentración. Esta última trata de centrarse en los estímulos que son importantes e inhibir el resto. (González Hernández, 2007).


Esta dificultad se debe a diversos motivos, como la afluencia de espectadores animando, las constantes interacciones llenas de incertidumbre o la fatiga. Cada modalidad deportiva posee diversas características para debilitar la atención. Bien es cierto que una modalidad colectiva, con mayor interacción e incertidumbre, podrá tener mayor dificultad la atención que una individual como correr una maratón. Aunque también en función de la modalidad, deberemos usar en mayor medida uno u otro foco atencional, por lo que no es del todo justo comparar diferentes practicas deportivas.

En el ámbito deportivo, los procesos atencionales influyen sobre las formas de actuar de la persona en su entorno, dando igual si su rol es de entrenador, jugador e incluso árbitro. La concentración, va a condicionar en muchas ocasiones la toma de decisiones en breves periodos de tiempo. (García Sevilla, Garcés de Los Fayos Ruiz y Java vera, 2005).

A la hora de hablar concentración, es preciso destacar la importancia del foco atencional y dos características, la amplitud (más grande o estrecha) y dirección, (interna o externa). (Nideffer, 1976)

Un foco atencional amplio, permitirá al deportista percibir y atender distintos sucesos de manera simultanea, esto será interesante en deportes donde deberemos atender cambios rápidos y múltiples, como un jugador de baloncesto, el cual deberá tener en cuenta el balón, su defensor, movimientos de sus compañeros.

 En cambio, un poco atencional estrecho, nos permitirá atender de forma selectiva un o dos señales. Un atleta de 100 metros ante el disparo de salida.

Por otro lado, un foco atencional externo, describe a todo lo que acontece alrededor del deportista y por otro, un foco atencional interno, se refiere a pensamientos y sentimientos que un deportista puede tener en un momento determinado.

Nideffer, dentro de su teoría destaca la interacción de las cuatro variables mencionadas, formando el siguiente cuadro:


Como orientación hacia la mejora de estas variables, el entrenador o psicólogo deportivo podría centrarse en el control de la activación, la motivación del deportista/equipo, así como trabajar a cerca de la visualización de la práctica deportiva en cuestión. (Gil Martínez, Capafons Bonet y Labrador Encinas, 1998). Estas variables podrían influir significativamente en una mejora de la atención y concentración.


Ignacio Mínguez.

Twitter: @minguez71



REFERENCIAS:

Nideffer, R.M. (1976) The inner athlete. New York: Thomas Crowell.

González Hernández, J. (2007) Herramientas aplicadas al desarrollo de la concentración en el alto rendimiento deportivo. Universidad de Murcia. Cuaderno de Psicología del Deporte.

García Sevilla, J. Garcés de Los Fayos Ruiz, E. J., Java vera, P. (2005). El papel de la atención en el ámbito deportivo: Una aproximación bibliométrica de la literatura recogida en la base de datos Psyclit.  Universitat de les Illes balears y Universitat Autónoma de Barcelona. Revista de Psicología del Deporte.  14, pp. 125-140.

Gil Martínez J., Capafons Bonet, A., Labrador Encinas, F. (1998). Programa psicológico para mejorar los resultados de jugadores de balonmano. Universidad de Valencia. Psicotherma.

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