Todos tenemos un deseo, un objetivo o una meta.
Es cierto que el de cada persona puede ser diferente porque cada uno tiene sus habilidades, gustos, intereses y otras tantas variables pero, todos tenemos un objetivo. Bien a nivel laboral, académico, social, físico.., dentro de cualquier ámbito pero cada persona actúa teniendo como referencia ese target en su horizonte.
Es cierto que el de cada persona puede ser diferente porque cada uno tiene sus habilidades, gustos, intereses y otras tantas variables pero, todos tenemos un objetivo. Bien a nivel laboral, académico, social, físico.., dentro de cualquier ámbito pero cada persona actúa teniendo como referencia ese target en su horizonte.

Ahora nos ponemos a caminar por el sendero hacia la meta, y aquí es donde suelen venir los problemas, ¿verdad?. Empezamos a sudar, a cansarnos, a no esforzarnos al 100%, a posponer.. hasta tal punto de tantear un posible abandono. Podéis poner el ejemplo que queráis, cada uno que piense en el suyo y plantee la situación.
Al final todo se resume en un reto, algo que no tienes y quieres conseguir, pero para conseguirlo vas a tener que hacer cosas que hasta ahora no habías hecho. Y ahí es donde van a venir las dudas, cuando empezamos a salir fuera de nuestra comodidad, de nuestra rutina que ya tenemos más que asentada.
Es en este momento cuando debes replantearte las cosas y preguntarte, ¿cuánto estoy dispuesto a trabajar por ello?, ¿cuánto estoy dispuesto a sacrificarme por ello?, ¿cuánto voy a priorizar este objetivo sobre otras cosas?
La constancia va a ser diaria, el trabajo va a ser mucho. Sin duda, deberás priorizar por delante de otras cosas.. y cuanto más grande sea tu objetivo, más constancia, más esfuerzo, más trabajo.
Y si no estás dispuesto a esforzarte lo máximo, a trabajar mientras otros juegan, lo más probable es que no estés siendo sincero y ese no es el objetivo verdadero que quieres conseguir.
Las cosas necesitan tiempo, paciencia y claro que habrá momentos buenos, de hecho serán protagonistas pero en los malos es donde peligra tu meta, ahí es donde de verdad sabrás si ese es realmente el objetivo que tanto ansias conseguir.
Si de verdad lo es, harás lo que esté en tu mano, seguirás a pesar de los malos momentos, aprenderás de los errores y no te dejarás llevar por el qué dirán. Firme en tu sendero.
Ignacio Mínguez
Comentarios
Publicar un comentario