¿Por qué no?
¿Cuántas veces hemos tenido alguna idea, motivación, proposición y en el camino de pensárnoslo finalmente dijimos que no?
¿Qué hace que finalmente digamos "no"?, ¿miedo a fracasar, a no estar a la altura, o porque cuesta mucho esfuerzo?
Pero.. ¿y qué pasa si decimos sí?, y ¿si lo intentamos, si lo experimentamos?.
Para empezar, vives. "Te sientes vivo". Entras en una dinámica de momentos novedosos, de nuevos retos, de motivación por progresar dentro de ese cometido. Aprendes. Tanto cosas específicas de ese contenido como otras transversales aplicables a tu día a día como habilidades sociales, comunicativas, creativas, psicológicas (esfuerzo, constancia..), gestión emocional. Y todo esto hace que crezcas, como persona, como profesional.
Y cuando finalizas, tanto si ha sido más bien positivo o negativo, ya no eres el mismo. Has evolucionado, has aprendido y desarrollado diferentes facetas. Ahora tienes más experiencia, y muy importante.. te conoces más. Todo ello, al final, hará que cada vez enfoques tu vida a cosas que te motiven, que te desenvuelvas bien y créeme, eso sí es un proyecto de vida.
Cuidado, no estoy diciendo que siempre, a ciegas, haya que intentar todo. Sino que, te pienses más el intentarlo que el rechazarlo.
Sigamos intentándolo..
Comentarios
Publicar un comentario